jueves, marzo 16, 2006

 

-CLASE MAGISTRAL PARA GUIONISTAS DE CORTOMETRAJE-

(Se trata de una road movie en la que los protagonistas desgranan sus anhelos y luchan contra la vida. ) Una pareja cualquiera en un coche cualquiera.

Para hacer un corto no es suficiente con tener una idea buena. Ha de ser deslumbrantemente excepcional para llevarse mínimo cuatro oscars, tres gramis, ocho premios onda y varios goyas en vinagre.
Aquí les ofrezco un esbozo de guión que me ha cedido con gusto Ladrillos Luna, el famoso director de cine, íntimo amigo mío.



GUIÓN

Un hombre de complexión física conduce el coche. Ella va sentada al lado.
Él le dice que si tiene sed o meera. Ella contesta que no.
Entonces pasan al lado de un restaurante de carretera y él se desvía y detiene el vehículo frente al edificio. Se apean, se acercan a unos veladores que hay bajo el porche, permanecen unos segundos mirando en derredor, regresan al coche y se largan. (Planos medios.)

Están otra vez en ruta. Ella le comenta que si hubiesen tenido sed o ganas de mear seguramente hubieran podido hacerlo en aquel sitio.
Él responde que sí, que ha sido una lástima no tener ganas, porque incluso él, de haber sentido sed, se hubiese permitido tomar una cerveza y ahora ella lo podría haber relevado al volante. Ella dice que la vida está llena de oportunidades desperdiciadas. Él dice que todo se malogra. (Plano corto desde el parabrisas.)

Ella le dice que de todos modos puede parar y ya conducirá ella, que él debe de estar muy cansado y que el viaje será largo.
Él dice que bueno y detiene el auto en la cuneta. La carretera está vacía. (Plano corto a ellos y una pasada al paisaje.)

Se cambian de asiento y ella se pone en marcha. Él bosteza y se acomoda.
Ella pregunta que si se puede estar huyendo toda la vida y él hace como que no la oye.
Al cabo de un minuto él se incorpora súbitamente y le dice a ella que debe cambiar, que no se pueden forzar las situaciones eternamente, que no es bueno apurar los límites.
Ella se entristece y le dice que si no la quiere. Él la mira a los ojos y dice que sí, pero que ya tendría que poner la quinta marcha. (Plano medio frontal.)

Él se queda adormilado y ella le pregunta, ya a destiempo, si le parece bien que ponga un cd en el reproductor, cuando en realidad ya lo ha puesto y empieza a sonar Coldplay.
Él se enfada y le dice a ella que cuánto tiempo ha de estar repitiendo que tire ese puto disco.
Ella solloza y le jura que ya lo ha tirado varias veces, pero que el reproductor lo reproduce.
Él la manda parar y se baja del coche con nervosismo, abre el capó, saca las herramientas, extrae la batería y la lanza bien lejos.
Se vuelve a montar en el auto y le dice que prosiga, que ya nunca más sonará ni se reproducirá el jodido cd. (Planos desde el suelo, subiendo hasta un primer plano de la cara.)

Él se duerme mientras pasan los kilómetros. (Primer plano de su cabeza desde el asiento de atrás.)
Ella dice que fue un error sumar todas aquellas cifras tan largas sin calculadora y que por eso perdió su empleo en la gestoría. Él abre un poco los ojos y le dice que todo pasará y que todo saldrá bien, que no se preocupe. Ella le dice que los errores se pagan. Él contrariado le dice que no sabe a qué viene sacar eso ahora, que las cosas hechas, hechas están y ya está, que no vale la pena volver siempre al pasado.
Él cambia de tema y le dice que si le apetece estirar un poco las piernas. Ella asiente y se detiene en un polígono industrial que hay a la derecha.
Se bajan y él bosteza, se quita las gafas de sol y se frota los ojos. Ella se arregla las arrugas de la blusa y de la falda.
Él reflexiona en voz alta diciendo que los que sí sabían estirar las piernas eran los antiguos inquisidores en las mazmorras. Ella le dice que él dice unas cosas muy bonitas y lo besa en la mejilla. Él le dice que si permanecen juntos, saldrán adelante.
Ella, animada propone volver al coche. (Plano largo.)

Conduce de nuevo él. Ella lo mira y le dice que le sienta muy bien el azul, como va ahora, y que nunca le ha gustado cómo le queda el verde. Él dice que el verde no es un color elegante, que ningún hombre respetable viste de verde, que los que van de verde normalmente han de llevar armas para que se les respete.
Ella dice que si hubiesen tenido sed o ganas de mear tal vez lo hubieran podido hacer en el polígono. Él está de acuerdo y dice que seguro que hay algún snak-bar de currantes.
Ella dice que se esta meando a morir. Él le dice que si le apetece dar una vuelta. Ella con urgencias le dice que lo que le apetece es ir al servicio. (Planos cortos.)

El automóvil tira cuatro kilómetros marcha atrás hasta volver al polígono industrial. (Plano aéreo.)
Aparcan, buscan un bar y entran. (Plano interior enfocando su entrada.)
Él pide un granini de pera y ella una tónica.
Antes de que sirvan el pedido, ella se va corriendo al lavabo.
Cuando vuelve, él ya se ha bebido el zumo y se está encendiendo un cigarrillo al revés. Se da cuenta, lo tira , lo pisa, maldice, y se enciende otro. Ella le comenta que era menos perjudicial fumarlo como lo iba a hacer, ya que la nicotina está en el tabaco y no en el filtro.
Él le dice con enojo que también sabe todo el mundo que el mayor contenido de vitaminas y fibras de las frutas está en la piel y nadie se come la cáscara de un coco. (Planos desde dentro de la barra a sus caras.)

Se les ve salir del bar y entrar en el coche. Sigue conduciendo él.
Ella dice que ha sido una suerte tener sed y meera en un local que tenía lavabos.
Él se muestra de acuerdo y dice que si no ha meado es porque no tenía necesidad, que si la hubiese tenido lo hubiera hecho. Ella lo mira con cariño y él dice que todo saldrá de puta madre. (Plano general de la carretera y de la zona desierta que atraviesan.)

Ella dice que han hecho bien en marcharse de casa, que no se puede vivir con gente que no te entiende.
Él dice que será eso y la acaricia el pelo. (La cámara se va alejando de sus primeros planos hasta desenfocarse todo.)
FIN

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