domingo, septiembre 23, 2007

 

--INSÓLITO--

Yo tenía una nevera vieja sí frost. Había que descongelarla una o dos veces al año porque cada vez hacía más hielo y ya no podía ni sacar las cubiteras, pero siempre la traté bien y gozó de una larga vida atendiendo lo mejor que podía mis necesidades. La nevera sabía lo que se esperaba de sus características técnicas e intentaba no defraudar.
Al final se estropeó definitivamente y me deshice de ella. Ley de vida. Natural.
Hace tres meses compré una no frost. Es maravillosa, pensé en un principio, no se ha de descongelar y no cría hielo. Sí, pero...
Pero hacía ruiditos extraños cuando la cerraba, como si gruñera por lo bajini, como si crepitase, crujiera o se quejara de algo. La abría y callaba. La cerraba y se manifiestaba. A veces parecía un ordenador cuando está procesando vete a saber qué demonios, parecido a un repiqueteo sordo, y otras similar a los graves más graves de la guitarra de Adrian Belew pulsada en la lejanía o dentro de un túnel. Se oían bajitos los sonidos, es cierto, pero en la quietud de la noche me desbarataban el sueño. Me sugerían lamentos de ultratumba, amenazas acaso de entes malfollados.
Alguna noche –a lo mejor ya eran las cinco de la mañana, y yo me levanto a las siete- me desvelaba y me acercaba a ella para tomar un trago de agua. Al abrir su puerta, se mostraba esplendorosa, limpia, iluminada, sin gota de humedad, y cesaba sus eléctricos gemidos. Mas como ya digo, al cerrarla comenzaba de nuevo a sonar como una res agónica.

Pesadilla frigorífica
Hasta llegué a pensar que quizás, tan joven, tenía miedo a la oscuridad y por eso me reclamaba para que la abriese. Pero, vamos, lo que no es normal es que uno esté pendiente toda la noche de su nevera igual que si fuese un cachorrito recién adoptado. No sé si me estaba trastornando o qué, pero la verdad es que le metía mas brics de leche de los necesarios para que sintiera en sí más materia amable, materna y eso. Pero nada. ¿Requería mi atención, o es que mi cabeza deliraba.?

Retrato robot de una nevera hecho por la policía.
Decidí pasar de ella y dormir con taponcillos de goma no muy ajustados para oír el despertador por la mañana, no fuera la dichosa nevera a poner en peligro mi puesto de trabajo.
A partir de entonces observé un comportamiento realmente extraño. Al principio no caí en cuál podría ser la causa, pero al final me quedé de una pieza. Me explico: Fui una tarde después de acabar del curro a tomar mi habitual quintillo y lo encontré del tiempo. Coño, qué mierda, me dije, si el cabrón está caldorro. Cogí otro y lo mismo. Total que ninguno de los ocho quintos estaba ni siquiera un poco fresco. La luz se encendía correctamente, luego estaba conectada, y al cerrarla gruñía como era habitual. Miré la leche, las tónicas, las lechugas, los yogures, etc, y todo estaba fresco como para doler en los dientes. Todo menos la cerveza.
Opté por cambiarlas de sitio. Un día las puse en la bandeja superior, otro en la de en medio, otro en el balconcito que lleva la puerta, otro en los cajones verduleros... Y el caso es que siempre la cerveza permanecía templada mientras todo lo demás se enfriaba con normalidad.
O yo flipaba, o esa nevera me estaba castigando. Si hay algo que no soporto ya sea agosto o enero, es la cerveza caliente. Cada día después de una dura jornada de trabajo físico, me suelo meter dos o tres cervecitas, o cuando vengo de hacer kilómetros con la bici, etc. Es lo que más me gusta del mundo. Y parecía que el dichoso electrodoméstico tuviese conocimiento de ello.
Ya harto de la nevera, cogí y la desconecté. Y aprovechando ese estado en que supuse no se podía enterar de nada, quité todo lo que había dentro y la llené de botellines por completo. Frigorífico, congelador, bandejas, hueveras, cajones, todo, todo, todo, absolutamente todo, macizado de cervezas.
Cuando me fui a acostar, la enchufé. Esa noche hasta fumé en la cama esperando su reacción. No quería dormirme, expectante como estaba. Se oyeron tonos más largos y oscuros que de costumbre, como un tañido ronco de contrabajo destemplado con rasgueos de púa arriba y abajo sobre un bordón que flotase entre emisoras de radio lejanas y mal sintonizadas. Espeluznante de verdad.

Retrato robot de una nevera hecho por un idiota.
Al final me dormí por el cansancio y en la mañana la encontré silente. La abrí y no se encendió su luz. Miré el enchufe y estaba conectado. Había muerto pues.
Su natural constitución la obligaba a enfriar, pero la mala hostia que tenía, al no detectar en su interior otra cosa que cerveza, debió empezar una lucha intestina de órdenes y deseos que la llevó al fundido.
Vuelvo a tener una sí frost. Pensaba que ya no quedaría por las tiendas ninguna de ese tipo, pero aún se encuentran y encima a mitad de precio.
De vez en cuando emite ruiditos, todas lo hacen, pero no se me pone histérica si la dejo sola y me enfría bien las cervezas, que es de lo que se trata.
Igual es que aquella miraba por mi salud y pretendía indicarme que dejase de beber tanto, pero, cojones, si es una nevera, que se limite a sus funciones como nevera y no se meta a guía espiritual o salutífera. Yo la pagué, la nivelé, la enchufé e hice todo lo que se tiene que hacer, ¿no?, pues que no se meta en mi vida. Si no tenía vocación de frigorífico, que se hubiere dedicado a ventilador, licuadora, o lavaplatos, no te jode.


Cadáver de nevera en una playa de Lanzarote.
(Eso es como el médico que te da la charla. Coño, oiga usted, su faena es diagnosticarme, tratarme y recetarme, no darme la barrila, que no tengo doce años. Y si tiene problemas morales, espirituales o ideológicos, dedíquese a la cosa pastoral, hombre, que yo no me meto en lo feo que es usted, en cómo le sienta el bigote y en lo mal que vocaliza.)A veces un electrodoméstico nos puede enseñar cosas extrañas, muy extrañas, cosas insospechadas. El alma de una nevera es fría. Y algo con alma, compañero, puede convertirse en tu peor enemigo.

domingo, septiembre 09, 2007

 

--DE OTRO MODO NO TENDRÍA SENTIDO--

Lo queramos o no, nos pongamos humildes o mayestáticos, profundos o superficiales, debemos aceptar que aunque sea en una esquinita íntima del pensamiento, todos escondemos el malestar, el grano en el culo o la nariz de encontrar cuál es el sentido de nuestra existencia.Lo jodido es que sabemos perfectamente que tal cosa es una gratuita pérdida de tiempo. No hay sentido en nada, mucho menos en la vida, que es todo, o sea la suma de las nadas. Bien, ¿ y por qué nos afecta que tengamos o no sentido, que nuestros actos hayan de tenerlo.?
No lo sé, claro, pero partiendo de la premisa de que la vida no tiene sentido, de que buscar un sentido es totalmente absurdo, la idiotez más coherente tal vez fuera no buscar ese sentido imaginario, sino dedicar la tonta vida a la búsqueda del absurdo.
No voy a cejar. He visto a qué puedo dedicar mis días para que algo tenga un claro sinsentido.
http://s92.photobucket.com/albums/l23/blasdeker/?action=view&current=EQUIX.flv
No obstante, buscar el absurdo es como si nos propusiéramos buscar la música o el aroma o la gastronomía. Ya, sí, la música.., pero cuál. Hay miles de miles de estilos de música, miles de combinaciones comestibles, miles de pestes más o menos dóciles o agresivas. Hay multitud de fórmulas del absurdo.
Sabemos que el absurdo es practicado a diario por todo el mundo civilizado. (El mundo no civilizado no lo practica, simplemente lo es.) Se trata entonces de hallar cada uno su particular ecuación del tema. Yo, después de tanto y tanto absurdo cotidiano, tanto y tanto absurdo histórico, cultural, atávico, quiero guiar mis pasos por la senda del absurdo puro hasta llegar a la cumbre sublime del no entendimiento posible. Sé que no es fácil, pero no tengo otra cosa que hacer mientras me gasto día a día en absurdas actividades sin interés alguno. Sería absurdo no poner remedio a eso.
Y digo: Ya que las cosas inteligibles, cuando las inteliges se revelan absurdas, vayamos pues por la línea recta sin desvíos al enigma del absurdo íntegro, al núcleo seminal ininteligible, al clímax libérrimo del absurdo.
(Si nada, absolutamente nada, de lo que dijéramos pudiera ser entendido, sería el paraíso.)
(Refuta eso con los cojones, cabrón.)Un beso.

sábado, septiembre 08, 2007

 

--UN DÍA LO CONSEGUIREMOS--

Habla Salcedo. La mala estrella a veces se ceba. Aquí mismo, sentado a mi lado, Norberto, sin ir más lejos, sabe bien de qué hablo.
Habla Norberto. Yo un día compré un billete de lotería, con tan mala fortuna que no me tocó.
Habla Lozana. Eso es no bonito.
Habla Salcedo, el hombre que a la mano cerrada llama puño y a uno de los dedos dedo. Soy consecuente.
Habla Lozana. ¿Y yo qué soy.?
Interrumpe Norberto. Tú eres beautyful beauty. Lo digo como lo siento decir.
Habla la voz de un corrector de texto automático. Cuando un inglés quiere destacar que su idioma es bello dice beauty beauty beaeioutyful.
Habla otra voz tal vez en off. Señorita Lozana, la llaman por la línea siete.
Habla Lozana. Gracias. Páseme.
Habla la línea siete. Sepa que por esta línea, andén segundo, va a efectuar su entrada el defensa argentino Fabián Ayala. Rogamos a todos los delanteros se venden las rodillas y recen un padresuyo.
Habla Lozana disculpándose ante el resto de la sala. No era para mí. Era para la gran familia del fútbol.
Habla Norberto. Y para los aficionados al ferrocarril.
Habla un politono. Pirié pirié pirubip pip pip.
Habla Salcedo. Perdón, es mi celular móvil.
Habla dicho inalámbrico. ¿Jose, Jose.?
Contesta Salcedo. Soy Salcedo.
Habla el telf. ¿Pero tendrás nombre, o acaso sólo te apellidas.?
Contesta Salcedo. De nombre me llamo Pereira.
Habla el telf. Pues lo siento, me habían proporcionado este número y me juraron que si lo marcaba, me daría como resultado una llamada a un tal Jose.
Interviene Norberto. ¿Pero Jose, así, Jose, o José.?
Dice el telf. Jose, Jose. Pero se les oye muy lejos.
Se enfada Salcedo. Claro que se nos oye lejos. Es que ESTAMOS LEJOS, por eso hablamos por teléfono. Si estuviésemos cerca, hablaríamos cara a cara y le diría un par de cosas que no le iban a gustar.
Irrumpe en escena un interfono que hay sobre la mesa. Sr. Norberto, ha llegado el Sr. Jacintosh, el informático. Dígame que le diga que pase.
Habla Norberto. Dígale que pase, si es tan amable.
Se oye al interfono hablando para adentro. Sr. Jancintosh, que dice el Sr. Norberto que pase.
Habla la puerta. Toc, toc.
Habla Jacintosh. ¿Se puede.?
Contesta Norberto. Adelante.
Entra Jacintosh y dice. Yo sí que tengo mala suerte. Piensen que los programas informáticos dan problemas.
Habla Salcedo. Cree uno que ha llegado a la cima.., y descubre que todavía está en el campo base por altura dividido por dos.
Habla Norberto, pero otro Norberto. (El anterior ha salido y han enviado a un suplente de temporal.) No sé bien cómo llevan el asunto, pero la calvicie es causa de muerte.
Habla Lozana. Vaya majadería. Cómo se nota que usted es indocto y peludo.
Replica el nuevo Norberto. Mi tío sanguíneo cuyo nombre es Fausto y cuyo nick es Lovely Linda, ha muerto recién por causa de alopecia intraendógena. Y puedo presentar partes de algunos médicos. ¿Qué partes prefieren.?
Habla Salcedo. Abunde, abunde. No nos deje en ascuas, por lo que más finja querer.
Habla el nuevo Norberto al que a partir de ahora llamaremos simplemente Norberto y ya sabremos que el de antes se fue definitivamente. A mi querido tío se le empezaron a caer las vellosidades intestinales hasta quedarse completamente calvo de las tripas. Eso imposibilitó que dichos pelillos transmitiesen los últimos nutrientes del bolo alimenticio pre-detritus a la sangre y el oxígeno de sus células muriera de inanición. Fue un proceso lento e irreversible.
Habla Lozana. Detritus no era un emperador de Roma.
Habla Salcedo. Yo tenía otro tío como el de usted, poco más o menos, y a los quince años de enterrado, solicité su exhumación, le aplicamos unas descargas con el desfibrilador y aún pudimos recuperarlo para la ciencia. Él era muy biólogo.
Habla el corrector de textos. ¿Por qué friends se pronuncia frends, y fried, fraid. Por qué Houston se pronuncia jiuston y house, jaus.? ¿Por qué hubo de existir la Electric Light Orchestra.?
Contesta una voz tal vez en off. Lleva razón. Una tragedia de cantante.
Habla un troncho de col. %$vffzz=ªº3pierre.
Habla Salcedo. No la hagan caso. Está vegetal. Y pronuncia mal las is griegas.
Pregunta Jacintosh. ¿Las hace elles o eyes.?
Interrumpe el corrector. Las elles no pueden ser vistas por un inglés. En cambio los eyes pueden verlos incluso por medio de unas gafas. Fíjate qué curioso el absurdo mundo anglosajón.
Habla Lozana. Lo malo de la col es que reitera...
Sostiene Pereira. Eso mismo creo yo.
Habla un long play de Pink Floyd. De lunatic is on de gras. De lunatic is on de gras. Uan lombard col is in ma jed. Mai maind is flatiulent nau, veri flatiulent. Somzing jorrorous. Güis yu gua jiar. (Ai nid médesin man, plis, médesin man.)
Microsoft word dice. Venga, ya vale.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?