miércoles, abril 16, 2014

 

--EL CAPITAIN LAMIÉRDICA--

Iré al grano y no me andaré con rodeos:
Norman Garrido era un estudiante de biología. Y en una visita que hizo con la universidad al Centro de Investigación ZooGenética del Pirineo tuvo un accidente que cambió su vida.
Estaban los alumnos caminando por unas pasarelas que había encima de varios fosos llenos de perros, mientras un profesor les explicaba los experimentos que allí se estaban desarrollando.
Se trataba de producir energía alternativa por medio de la cola de los perros aprovechando el movimiento que éstos hacen con ella al mostrar excitación. Y mediante manipulación genética se estaba intentando que dichas colas fuesen cada vez más largas y fuertes para obtener más energía, o sea, en plan eólico pero sin necesidad de viento.
Pues bien, en éstas estaban cuando de pronto la barandilla cedió y Norman cayó abajo con los perros. Quedó inmóvil por el fuerte impacto y de inmediato los animales se lanzaron en tromba sobre él ocultándolo por completo. Estuvieron como dos o tres interminables minutos olisqueándolo, mordisqueándolo y lamiéndolo de arriba a abajo hasta que bajaron corriendo unos empleados y lo rescataron aturdido, asustado, rebozado de excrementos y con más babas que un chupete, pero sin lesiones.
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Esa misma tarde cuando se dispuso a darse una ducha para liberarse de toda la mugre, se dio cuenta de que algo extraño estaba pasando: la porquería no se iba. Por más que frotase, las ronchas, la roña, la tiña, la sarna y los detritus fecales no desaparecían. 
Y de repente sintió una picazón horrible por su espalda, por sus piernas, por sus sobacos, por sus ingles y por sus todas partes: tenía garrapatas a montones clavadas en su piel y extrayéndole la sangre como infames petroleras.
Entonces pensó que si los perros estaban manipulados genéticamente, los parásitos que de ellos se nutrían también lo estarían. ¡Eran garrapatas transgénicas!
De ese modo pues la ponzoña había penetrado en su torrente sanguíneo y lo había contaminado produciéndole una mutación insólita: él era ponzoña, estaba invadido por completo, era un hombre mierda, un hombre ascazo, un hombre repugnancia, ¡el hombre más pútrido e infeccioso del planeta!
Pero mantuvo la calma. Como había visto cientos de películas de Spiderman, Superman, Batman,etc, no tardó en asumir su destino. Pediría un traje por internet, ya que ningún sastre querría tomarle medidas, se pondría un nombre adecuado y se lanzaría al mundo para combatir el mal.
Él sería de verdad el superhéroe más temido, duro e invencible que hubiera existido jamás, puesto que ningún enemigo tendría cojones de tocarlo ni con rayos cósmicos, ni con ondas magnéticas, ni con un robot, ni con un palo movido por control remoto.
Había nacido ¡¡¡ EL CAPITAIN LAMIÉRDICA !!!




miércoles, abril 09, 2014

 

--EL TELÉFONO DEL SUICIDA--










miércoles, abril 02, 2014

 

--TUTORIAL- CÓMO HACER UN CORTO SIN UN CÉNTIMO--


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