miércoles, noviembre 01, 2017

 

--LOS CUENTOS BREVES DE ARMANDITO LAFOYETTE--


Estaba el barbero afeitando a navaja a Armandito Lafoyette, cuando en un momento dado le advirtió de que estuviese muy quieto porque tenía que repasarle una zona difícil del cuello alrededor de la nuez y eso.
Y estando en ello, de súbito, Armandito hizo un brusco movimiento de cabeza como si rematase un córner.
El susto que se llevó el pobre barbero fue de infarto. 
Armandito era un bromista empedernido y la cara de pánico -con los ojos fuera de las órbitas y gritando como un loco- que puso el pelucas le valió la pena.
Veintitrés puntos de sutura (un poco más y se desangra degollado) fue el precio de la ocurrencia, pero Armandito estaba satisfecho de su acción porque defendía la idea de que no era justo que las bromas siempre siempre siempre las padeciera el embromado.
_FIN_


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